Educación personalizada, nuestro reto hacia la inclusión
La escuela, un lugar para el crecimiento personal, para el desarrollo competencial, para atender a la diversidad, para potenciar las capacidades de todos y cada uno de los alumnos… Esa es la escuela que todos queremos, pero que no siempre tenemos.
Uno de los derechos del alumnado que debemos garantizar desde el sistema educativo es el derecho a la inclusión. Y una manera de garantizarlo es la educación personalizada, aquella que se amolda a lo que cada alumno necesita en un contexto y momento determinados. ¿Para qué? Para hacerle florecer. Sin duda, una ardua tarea que debemos conjugar junto a cuestiones burocráticas, prescripciones administrativas, actualización docente, etc. Pero es, probablemente, una de las tareas más apremiantes por la pluralidad característica de nuestra sociedad.